jueves, 29 de septiembre de 2011

Los hombres nunca logran comprender lo que las mujeres tratan de decirles.


Un hombre va conduciendo por la carretera cuando de pronto ve que en dirección contraria viene una mujer conduciendo su auto como loca y que al acercarse, baja el vidrio y le grita:

¡PUEEEEEEEEEERCOOOOOOOOOO!

El hombre que obviamente no se pudo quedar callado, baja su vidrio y le grita:

¡MUUUUUUUUUULAAAAAAAA!

En eso, al doblar la curva, ¡pum! se estrella con un gran puerco que estaba en medio de la carretera.

Moraleja de la historia:
Los hombres nunca logran comprender lo que las mujeres tratan de decirles.

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